martes, 29 de marzo de 2011

Norman Foster - Torre Swiss

Norman Foster
Norman Foster, Barón Foster de Thames Bank, OMH (Mánchester, 1 de junio de 1935) es un arquitecto británico. Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009, sus proyectos se caracterizan por un estilo "High-tech" muy pronunciado.




Torre Swiss



A esta torre popularmente se le conoce como el pepino esta construcción se consagra como uno de los edificios más populares de la era moderna de Londres.
Por otro lado, la Torre Swiss es, desde el año 2004 el primer edificio verde, siguiendo con la corriente de la nueva arquitectura ambientalista del ahorro energético, demostrando poder reducir hasta un 40% anual del uso de aire acondicionado, gracias a su peculiar diseño.



Este rascacielos tiene una altura de 180 metros y 40 plantas. Su planta es circular y su diámetro crece en su desarrollo hacia lo alto, para después disminuir de nuevo al acercarse a la parte superior de la torre, en su base hay un diámetro de 49 metros, en el último piso 26.5 metros de diámetro y el sector más ancho es de unos 30 metros más que la anterior. Esta peculiar morfología no es resultado de un simple capricho del arquitecto, como suele suceder en diversas construcciones. Sus grandes curvas que se cierran como arcos hacia lo alto, generan una gran solución a dos problemas principales: la estructura (el peso del edificio se reparte como si fuera el esquema de una pirámide aproximadamente) y la problemática de las cargas del viento, que aumenta su velocidad en las grandes alturas.


 

En cada planta, una serie de huecos con 6 conducciones hace de sistema de ventilación natural, funcionando como un doble cristal. Este sistema facilita el enfriamiento del aire interior en verano, extrayendo el aire caliente del edificio, el efecto opuesto en invierno.
El control sistemático del microclima interno y las soluciones para el ahorro energético han llevado a una reducción del 50% en el consumo de energía, en cualquier caso necesaria para un edificio de este tamaño.

La fachada permiten una fácil entrada de luz por su transparente piel de vidrio, que genera espacios completamente iluminados, ocupando solo un 3% de cerramientos con muros. con una consiguiente reducción de los costes de iluminación.


La integración de la Torre Swiss en el contexto de la City tuvo que someterse sin embargo a las normas de las autoridades de Londres, que pidieron expresamente que fuesen respetados la identidad y el estilo de los otros edificios. Ciertamente la Torre Swiss no pasa inadvertida y se distingue claramente en el paisaje de Londres, sobre todo de lejos, pero también es verdad que mientras se camina se percibe inmediatamente la presencia de un edificio "anómalo", gracias a la masa del mismo, no excesivamente imponente. La futurística torre, que parece casi lista para despegar de tierra para lanzarse como un misil hacia el cielo, tiene una forma increíblemente aerodinámica, a pesar de su monolitismo; su diseño mereció, en el 2004, el prestigioso RIBA Stirling Prize con un voto por primera vez unánime.

 
 

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